Igual que los padres nos han ayudado en el inicio de nuestra vida debemos asistirles cuando ellos lo necesitan con el paso de los años.

También es posible que nos inviten a participar en el reparto del patrimonio familiar. Es frecuente en el seno de las familias tener conversaciones sobre el destino de las propiedades para cuando los padres nos dejen.

En la época actual, además, es habitual que los padres nos presten ayuda económica, aún después de la mayoría de edad. Que nos ayuden a comprar una casa o que sean fiadores del préstamo hipotecario que contratemos para adquirir nuestra vivienda.